El trastorno por videojuegos se añadirá en la próxima edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), en julio del 2018.

Se calcula que este trastorno puede afectar a entre un 1 % y un 10 % de la población general adulta

Se puede entender como un patrón de comportamiento de juego “continuo o recurrente” caracterizado por:

  • Incapacidad de controlar el inicio, frecuencia, intensidad, duración y finalización de la conducta de juego
  • Aumento de la prioridad que se otorga a los videojuegos frente a otros intereses vitales y actividades diarias.
  • Mantenimiento e incremento de la conducta a pesar de las consecuencias negativas que puede generar.

Entre 1977y 1999 es la primera generación que crece rodeada de videojuegos

Los tiempos de los videojuegos

La neuropsicología clínica aplicada advierte de que los excesos de tiempo son perjudiciales para el cerebro.

Provocan un exceso de secreción de cortisol, dopamina y endorfinas, lo que perjudica al cerebro en su fortaleza para tomar decisiones (lo ralentiza o bloquea), debilita la voluntad, la atención y la concentración, y disminuye la capacidad del cerebro para discernir sobre el tiempo y la diversión.

 

No superar nunca los 40/60 minutos diarios