Cómo decir a los hijos que nos vamos a separar

Una de las cuestiones más comunes que nos encontramos en la consulta son las dudas sobre cómo comunicar a los hijos la separación de los padres.

Es un momento de mucha angustia y dolor, de preocupación y desconcierto al tiempo que de desconocimiento para los padres. Unos padres que en la mayoría de los casos andan enfrascados en su propia tormenta emocional por la decisión de separarse y las razones que ha llevado a la pareja a dar ese paso. 

Hablar con los hijos de forma saludable implica una madurez en la pareja que tendrá que ser capaz de priorizar el bienestar del menor dejando de lado sus propias cuestiones egocentradas de resentimientos, rabias, odios, decepciones frustraciones etc. Esta, por tanto, será la primera cuestión. Preocuparse primero por el sufrimiento emocional de los hijos y ser capaz de llegar a acuerdos mínimos, entre los que se encuentra tratarse bien y hablarse bien el uno del otro sobre todo delante del él, para afrontar el momento de comunicar a los hijos lo que va a acontecer. 

Antes de nada, los padres deberán estar regulados emocionalmente, deberán haber hablado entre ellos para conjuntamente alinearse, buscar el momento oportuno y juntos hablar con el menor.  Desde la tranquilidad se debe emplear una comunicación clara y sencilla. Por supuesto, lo deben tener muy claro y decidió el paso que van a dar, no se puede amenazar con la separación ni andar jugando con la estabilidad emocional de los hijos.

Comunicar juntos la separación. Ambos progenitores deben estar en el momento de comunicar la separación. Deben alternarse la palabra desde una posición de tranquilidad y equilibrio. Tan importante es lo que se dice como lo que se trasmite emocionalmente para no entrar en dobles mensajes o mensajes contradictorios. Los hijos deben de ver que los progenitores han sido capaces de tomar una decisión conjuntamente con la que están de acuerdo ambos desde un posición calmada y serena.

Trasmitir estabilidad, accesibilidad física y afectiva. Asegurarle que le seguiréis queriendo y cuidando de él. El menor debe entender que a pesar de que se van a producir unos cambios, los elementos esenciales permanecen. Padre y madre seguirán existiendo como tal y el menor o menores seguirán siendo lo más importante para ambos. De la misma forma es importante trasmitir que la relación entre los padres va a ser buena, que se van a tratar bien, aunque estén separados. Es esencial tener una relación entre los progenitores separados lo mas libre de conflictos posibles.

Desculpabilización. Es muy importante también explicarle que el no tiene ninguna culpa, ni responsabilidad, , ni nada que ver con la separación. Que la decisión que se toma no le implica en nada y nada tiene que ver con él.

Permitir que exprese sus sentimientos y preguntas. Estar preparados para recibir las emociones y cuestiones que vaya a hacer. Se debe ser sincero en un lenguaje y forma que el menor pueda entender. No se trata de dar detalles que puedan agravar su dolor, pero si titulares sencillos. 

Si al final de la comunicación de la separación con los detalles de la logística doméstica no expresa es bueno que le preguntéis si tiene dudas y cómo se siente. Es frecuente que pueda aparecer el miedo, la inseguridad, los enfados o rabietas, problemas del sueño, con la alimentación, problemas académicos, etc. Se debe estar atento y ser paciente con el proceso de asimilación que precisa el menor ante tal evento.

Por otro lado, es recomendable poner en conocimiento del centro escolar la nueva situación de la pareja para que desde este entorno se pueda contar con su ayuda en la observación de los cambios y la comprensión de nuevas situaciones que se puedan dar en este entorno. Contar con el apoyo escolar suma.

Por último, no cosificar a los hijos en la relación con la ex o el ex. Los niños no son objetos, ni pueden ser utilizados como armas arrojadizas, tampoco se deben convertir en fuente de información sobre la vida del ex y de ninguna manera se tiene que buscar en el hijo un aliado en la guerra de la separación contra la otra expareja, y menos aún se deben depositar en ellos las problemáticas que puedan existir con el proceso de separación o las emociones negativas que se pueden sentir hacia el otro progenitor. Si realmente se quiere a los hijos abstener de todo esto es esencial. 

Solicitar ayuda profesional al psicólogo suele ser una buena forma de abordar y resolver todas estas cuestiones y otras que estarán por venir.

Dr. Ricardo Bravo de Medina

Psicólogo Especialista en Psicología Clínica