El aprendizaje y la capacitación en la regulación de las emociones es esencial para el ajuste emocional y psicológico de las personas. Presentar problemas o déficits en la regulación emocional trae como consecuencia conductas y comportamientos ineficaces, contraproducentes, dañinos, disfuncionales y desadaptativos para la persona. Tratar de evitar, suprimir o negar las emociones están a la base de la desregulación emocional y por tanto de los trastornos emocionales. Un ejemplo de esto podría ser consumir alcohol como estrategia disfuncional de regulación de un estado afectivo negativo.

La regulación se define como “aquellos procesos por los cuales las personas ejercemos una influencia sobre las emociones que tenemos, sobre cuándo las tenemos sobre cómo las experimentamos y las expresamos” (Gross, 1999), y tiene como finalidad el cubrir nuestros objetivos, metas y necesidades.

El modelo de regulación emocional basado en el procesamiento emocional propuesto por Hervás (2011) explica cómo se produce el procesamiento emocional óptimo.

El procesamiento emocional tiene como finalidad conocer y entender las propias emociones y sus significados. Esta tarea es fundamental y beneficiosa para poder integrar tanto emociones básicas como emociones intensas y situaciones traumáticas.

Hervás propone seis tareas a realizar para poder integrar la experiencia emocional de forma saludable y con ello lograr una buena regulación emocional que permita a la persona no entrar en diferentes problemas de ansiedad, depresión u otros problemas emocionales.

  1. Apertura emocional. La capacidad de hacerse consciente de las propias emociones. Técnicas como el entrenamiento en mindfulness podría
  2. Atención emocional. Se trata de aprender a atender la información emocional que nos propone nuestra mente.
  3. Aceptación emocional. Consiste en no juzgar las emociones que experimentamos.
  4. Etiquetaje emocional. Consiste en poner nombre a las emociones.
  5. Análisis emocional. La capacidad para reflexionar y entender el significado y las implicaciones de sus emociones. Se trata de conocer cuál es el origen o por qué se han activado. Qué nos quieren decir o de qué nos informan. Si la emoción sentida es veraz, valida o no. Y finalmente qué conclusiones o aprendizaje obtenemos.
  6. Modulación emocional. Consiste en la capacidad de poner en marcha estrategias de tipo emocional, cognitivo o conductual para modular la respuesta emocional.

En resumen, procesar las emociones implica estar abierto y centrado en ellas, aceptarlas, identificarlas y comprenderlas sin juzgarlas para poder regularlas adecuadamente.

Referencias

  • Gross, J. J. (1999). Emotion regulation: past, present, future. Cognition and Emotion, 13, 551-573.
  • Hervás, G. (2011). Psicopatología de la regulación emocional: El papel de los déficit emocionales en los trastornos clínicos. Psicología Conductual, 19, 347-372.