En los últimos años, el mundo ha sido testigo de un debate cada vez más candente sobre el impacto de las redes sociales en la salud mental, particularmente entre los adolescentes. Esta preocupación ha alcanzado su punto álgido con la reciente avalancha de demandas contra Meta, la empresa matriz de plataformas como Facebook, Instagram y WhatsApp. La iniciativa, encabezada por 41 estados de EE. UU. y el Distrito de Columbia, constituye un desafío legal sin precedentes en un esfuerzo por abordar el impacto perjudicial que estas plataformas tienen en la juventud.

El argumento central es claro: Facebook e Instagram son acusadas de ser adictivas y dañinas para los niños. Esta acción legal representa el movimiento más significativo hasta la fecha para contrarrestar el impacto de las redes sociales en la salud mental de los menores, buscando forzar a Meta a alterar las características de sus redes debido al peligro que supuestamente representan para los usuarios jóvenes.

El Origen de la Tormenta Legal

Este asedio judicial tiene sus raíces en una investigación realizada en 2021 que reveló cómo estas plataformas contribuyen a los problemas de salud mental entre los jóvenes. Los informes, como el publicado por The Wall Street Journal, detallaron cómo Instagram, en particular, agravaba la percepción de los usuarios, especialmente entre niñas y adolescentes, sobre sus cuerpos. Más alarmante aún, la compañía parecía ser plenamente consciente de esta situación.

Impacto en la Legislación

La preocupación por el impacto de estas plataformas no ha sido solo una cuestión de discusión. Estados como Arkansas y Utah han promulgado leyes para prohibir el acceso de niños menores de 13 años a las redes sociales, exigiendo que los adolescentes menores de 18 años obtengan el consentimiento de sus padres para acceder a dichos sitios. California también ha aprobado legislación para que las empresas tecnológicas examinen sus plataformas en busca de riesgos potenciales y problemas.

El Impacto Documentado

La evidencia detrás de estas demandas es abrumadora. Documentos internos filtrados revelaron que Meta tenía conocimiento del impacto negativo de Instagram en la salud mental de los jóvenes. Estudios internos demostraron que la plataforma contribuía al empeoramiento de la imagen corporal, así como a tasas crecientes de ansiedad y depresión entre los usuarios adolescentes, incluso vinculándose a pensamientos suicidas en algunos casos.

Reacción de Meta y las Voces Contrarias

Meta, por su parte, ha defendido sus plataformas, argumentando que siguen respaldando investigaciones que muestran cómo Instagram puede ayudar a los jóvenes a enfrentar momentos difíciles. Han implementado cambios, como ocultar el recuento de «me gusta», para contrarrestar las posibles sensaciones negativas.

El Futuro de las Redes Sociales y la Salud Mental

Este proceso legal masivo contra Meta no solo es un intento por responsabilizar a las redes sociales por su supuesto impacto negativo en la salud mental de los adolescentes, sino que también plantea la cuestión más amplia de cómo regular y proteger a la juventud en un mundo digital cada vez más influyente.

El debate continuará, y el veredicto legal tendrá profundas implicaciones tanto para la empresa como para la sociedad en su conjunto, al determinar el grado de responsabilidad de las plataformas en el bienestar mental de la próxima generación.


En este contexto de preocupación creciente por el impacto de las redes sociales en la juventud, las demandas contra Meta plantean preguntas fundamentales sobre la responsabilidad y regulación de estas plataformas en la protección de la salud mental de los adolescentes. La entrevista en Radio Euskadi ofrecerá una mirada más cercana a las implicaciones de este debate para la salud mental de los jóvenes.

Dr. Psi. RICARDO BRAVO DE MEDINA

Psicólogo Especialista en Psicología Clínica